El presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna (ULL), Francisco Almeida, ha intervenido en la Comisión de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Parlamento de Canarias, donde ha resaltado la importancia de los consejos sociales en la modernización y en la conexión de las universidades con la sociedad.
Durante su comparecencia, hizo un recorrido histórico que sitúa a los Consejos Sociales, creados en 1983, como pilares fundamentales que garantizan una colaboración activa entre el ámbito académico y los sectores sociales, económicos y productivos de Canarias.
Los Consejos Sociales, conformados por representantes de diversos ámbitos públicos y privados, cumplen con una misión central: velar por que las universidades públicas no solo formen a los estudiantes, sino que se conviertan en motores de transformación social y económica, apuntó Almeida
Para el presidente de este importante órgano de la ULL, las universidades canarias tienen una responsabilidad aún mayor, dada su situación geográfica y su contexto regional, donde los índices de desarrollo económico y social deben estar alineados con los objetivos de la región y los estándares nacionales e internacionales. Así, precisó que los Consejos Sociales no buscan interferir en la autonomía universitaria, sino fortalecerla mediante un enfoque de responsabilidad y compromiso con las necesidades de la comunidad.
En línea con esta visión, mencionó el respaldo de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que refuerza las competencias de los Consejos Sociales, permitiéndoles supervisar la actividad económica y fomentar la interacción con el tejido productivo.
Apuntó que estos órganos facilitan la actualización constante de los programas académicos para atender las demandas del mercado laboral, en especial en áreas clave como las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Retener talento
Francisco Almeida resaltó que esta colaboración permite a los egresados una mejor inserción laboral y ayuda a retener talento en Canarias, aspectos clave para enfrentar los desafíos de un mundo globalizado y digitalizado. En su intervención también aludió a informes de la OCDE y la Fundación CYD que destacan la necesidad de incrementar la colaboración entre universidades y empresas, reduciendo barreras burocráticas y promoviendo la creación de empresas innovadoras.
Además, subrayó el papel de los Consejos Sociales en el fomento de la ética y el buen hacer en la gestión universitaria. Destacó que el fortalecimiento de los Consejos Sociales no solo favorece la eficiencia y el control de los recursos, sino que garantiza una universidad más abierta, conectada con las necesidades de su entorno y preparada para contribuir al bienestar de la sociedad canaria.
Para cerrar su intervención, citó al pedagogo Paulo Freire: «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo», recordando que el objetivo final es construir una universidad que forme a agentes de cambio comprometidos con la justicia social y el progreso colectivo.